Las adiciones y las malas costumbres mejor prevenirlas desde pequeño. Aunque el índice de fumadores y la compra de tabaco han descendido en los últimos años, todavía hay muchos adolescentes que peca cayendo en el vicio de fumar. Ahora, tanto el Servicio Andaluz de Sanidad (SAS) como la Asociación contra el Cáncer de Cádiz han comenzado un programa de prevención y deshabituación tabáquica destinados a los más jóvenes.
La Consejería de Salud, a través del programa A no fumar me apunto, ya ha atendido durante el presente curso escolar a un total de 8.307 alumnos de Educación Secundaria de la provincia.
Iniciativas
Esta iniciativa se enmarca en el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía que, entre sus 85 medidas, contempla acciones para prevenir expresamente esta adicción entre los adolescentes. En el caso de A no fumar me apunto, los objetivos son retrasar la edad de inicio en el consumo de tabaco en los alumnos de educación secundaria; disminuir la prevalencia de fumadores entre los adolescentes escolarizados; sensibilizar a la comunidad educativa de estos centros y sobre las ventajas de mantenerse sin fumar y de abandonar el hábito tabáquico.
Trabajar con adolescente puede resultar un arma de doble filo, ya que aunque es más fácil inculcar buenos hábitos de salud desde temprana edad, precisamente por su juventud se complica la misión de hacerles ver los efectos nocivos.
Por ello, desde la Asociación contra el Cáncer aseguran que son pocos los jóvenes que acuden a sus cursos de deshabituación tabáquica. Ayer comenzó un nuevo curso con once alumnos, la mayoría de ellos con edades comprendidas entre los 35 y 45 años. Sólo una chica tiene algo más de veinte. La vía inter-nauta ofrece a los jóvenes una atractiva alternativa con la web www.loestoydejando.com. «Por comodidad, a veces también por vergüenza o porque resulta más llamativo para los jóvenes, se ha hecho este programa a través de internet». De este modo lo explica la presidenta de la asociación, María Arango.
Arango recomienda a los jóvenes fumadores que acaban de empezar que tengan en cuenta que «los efectos dañinos son acumulativos y que tarde o temprano terminan pasando factura». Y los que aún no han sucumbido al tabaco, deben «aprender a decir no, a saber elegir y ser libres para decir no al primer cigarro», añade.
DETALLES
Las tres claves para dejar de fumar
Motivación personal, presión de grupo e información. Estas son las tres premisas fundamentales para dejar de fumar, según explica el responsable de la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Centro de Salud El Lugar (Chiclana), José Luis Aragón Panés, quien considera que «las características de la persona también influyen, ya que el rebelde es más propenso a seguir fumando». En su opinión, «es muy difícil que los jóvenes dejen de fumar porque noven el tabaco como un vehículo de enfermedad, sino como algo que les da status». Por ello, Aragón Panés destaca que «donde más se insiste en los programas de deshabituación es en los riesgos de la dependencia»