Funcionarios antidrogas de República Dominicana y Guatemala aseguraron que la medida mexicana podría tener una repercusión negativa en sus respectivos países.

De acuerdo con las nuevas disposiciones en México, las autoridades no podrán ejercer acción penal cuando una persona tenga en su poder un máximo de 500 miligramos de cocaína, 50 miligramos de heroína, 40 miligramos de anfetamina, dos gramos de opio o cinco gramos de marihuana, entre otras.

Fiscales mexicanos indicaron que la reforma busca animar a los adictos a buscar tratamiento financiado por el gobierno, el cual será obligatorio si son hallados consumiendo por tercera vez.

Un riesgo

“Es un riesgo, tanto para México como para los demás países latinoamericanos”, expresó a BBC Mundo Mabel Féliz, presidenta del Consejo Nacional de Drogas de República Dominicana (CND).

“Principalmente porque tendríamos jóvenes que inmediatamente van a crear adicción, como es el caso con la heroína y nuestros jóvenes estarían en la calle como si fueran zombis”.

Féliz consideró que la medida correcta sería evitar que la droga sea legalizada porque de lo contrario, su despenalización “tendría consecuencias tanto sociales y económicas como también afectivas dentro de la familia”.

Por su parte, Edmundo Guerrero, director de la Secretaría Ejecutiva contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas de Guatemala (SECCATID), consideró que cada país busca soluciones a sus problemas “por sus características específicas”.

“Me imagino que lo que hicieron (en México) va en función de que disminuya el consumo de las drogas y la violencia que genera el narcotráfico”, agregó a BBC Mundo el funcionario.

Sin embargo, consideró que la medida mexicana tendría sus efectos en su país porque “aumentaría la violencia y el consumo en Guatemala”.

Un retroceso

No obstante, el politólogo mexicano, Jorge Javier Romero, consideró que “estos funcionarios evidentemente están actuando desde una visión obtusa y conservadora” y descartó que la

despenalización de la droga en su país tenga efectos negativos en otros países de la región.

Pero Romero dijo a BBC Mundo que la reciente medida “tiene muchos problemas” porque en México no estaba penalizado el consumo de drogas.

El intelectual indicó que la disposición “en realidad no fue un avance como se está diciendo internacionalmente sino fue en realidad un retroceso respecto a la libertad para consumir que existía en México”.

“Aparentemente genera mayor certidumbre porque pone cantidades mínimas que portan los consumidores sin que se ejerza la acción penal contra ellos, pero en realidad también se puede convertir en un mecanismo, conociendo a la policía mexicana, de extorsión por parte de los policías”, agregó Romero.

Influencia en la región

Mabel Féliz también expresó inquietud ante la posibilidad de que, tras la despenalización dispuesta en México, otros países latinoamericanos tomen medidas similares, lo que podría aumentar el consumo de drogas en la región.

“Tenemos el caso de Bolivia, que ha estado propugnando porque la hoja de coca sea legalizada. Si se hace esto en México, Bolivia está en esa onda, está también casi Ecuador y otros países, incluyendo a Perú, vamos a tener en toda América, legalización de drogas”, afirmó la funcionaria dominicana.

Féliz agregó que “en países como el nuestro, la violencia y la delincuencia se ha incrementado producto del consumo de drogas”.

Sin embargo, el politólogo mexicano Jorge Javier Romero consideró “ojalá influyera” la medida mexicana en otros países latinoamericanos, porque “la región necesita una nueva política de drogas”.

Esto así porque “la guerra contra la droga ha sido un desastre” y no ha resuelto el problema del consumo.

En cambio del combate frontal, «lo que se necesita es una estrategia de educación, prevención, y rehabilitación», agregó Romero.