Cuatro de cien estudiantes de entre 14 y 18 años de la Comunidad de Madrid han inhalado en alguna ocasión pegamentos, aerosoles, pinturas o disolventes, como si fueran drogas, según ha revelado el gerente de la Agencia Antidroga, Manuel Molina.

Los datos se desprenden de la «Encuesta sobre drogas a la población escolar de la Comunidad de Madrid», en sus ediciones de 2000 y 2002, que reflejan, además, que el 57 por ciento de los menores atendidos por la Agencia es consumidor de este tipo de sustancias.

Las consecuencias del uso habitual de estas sustancias, conocidas como inhalantes son de «extrema gravedad» y provoca múltiples patologías físicas y psíquicas. Afectan, por ejemplo, a la coordinación de movimiento o a la capacidad de aprendizaje, recuerda la Agencia.

TRATAR EL ABUSO DE INHALANTES

Por ello, este organismo ha presentado el manual «Abuso de inhalantes», que tiene como objetivo servir de herramienta de trabajo a los profesionales sanitarios que trabajen con menores, y especialmente, a los que tratan con jóvenes que consumen o pueden consumir estas sustancias.

La guía explica el perfil más frecuente del consumidor. Se trata de menores con baja autoestima, tendencias depresivas, conflictividad familiar y generalmente varones. El consumo de inhalantes y no de otro tipo de drogas, entre estos jóvenes, se debe a la fácil accesibilidad de los productos que los contienen.

El manual, que será distribuido a educadores, técnicos y otros profesionales de la Comunidad, repasa las características de las sustancias, sus patrones de consumo, la prevalencia y la prevención, entre otros puntos.