El 20,3% de los adultos españoles (más de 6 millones de personas) declaran haber abandonado en algún momento de sus vidas el consumo de tabaco, según los resultados de una encuesta sobre hábitos de la población relacionados con las enfermedades respiratorias, elaborada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Se trata de un dato ciertamente positivo, aunque no como para echar las campanas al vuelo, toda vez que el estudio revela que el 33% de la población continúa fumando, lo que supone una de las tasas más elevadas de la Unión Europea.

Además, los autores de la encuesta, elaborada por Demoscopia sobre una muestra de 813 individuos repartidos por toda la geografía española, se han encontrado con una sorpresa, como es que los fumadores resultan ser mayoritariamente personas jóvenes con estudios medios o superiores. O sea, que ni siquiera pueden alegar en su descargo, si es que eso es posible a estas alturas, un desconocimiento acerca de los riesgos que implica el tabaco.