El consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, reclamó hoy un «esfuerzo» a los empresarios de la región para facilitar la integración laboral y social de los drogodependientes que haya superado su enfermedad.

Con motivo de la inauguración en Mérida de un seminario en el que técnicos de varias CCAA analizarán la integración social de drogodependientes, Fernández Vara destacó las iniciativas puestas en marcha por el Servicio Extremeño Público de Empleo y las consejerías de Sanidad y Bienestar Social en la materia, aunque apostó por seguir incidiendo en la normalización de los afectados para paliar en su totalidad la problemática.

El consejero defendió la reinserción social de drogodependientes «en condiciones normales» para evitar la reincidencia, y destacó el avance experimentado en los últimos años en la región en materia de asistencia, prevención e información sobre drogodependencias, así como el cambio sufrido en la concepción social del drogodependiente.

Según dijo, mientras que en los años 80 la drogodependencia se identificaba con marginalidad, delincuencia y pobreza, en la actualidad no existe un perfil del drogodependiente («cualquier chico de cualquier procedencia social, familia o localidad puede estar consumiendo droga»), lo que desde su punto de vista hace más difícil afrontar el problema.

«La drogodependencia es un problema de la sociedad en su conjunto», señaló Fernández Vara, que recordó que el Servicio Extremeño Público de Empleo, la Consejería de Sanidad y la de Bienestar Social ya están trabajando en la materia, aunque realizó también un llamamiento al mundo empresarial para que realice «un esfuerzo» de integración de drogodependientes que superan su enfermedad.

«Si no se consigue la normalización se estará paliando pero no resolviendo el problema de fondo», declaró el consejero, que insistió en que «el hecho de que la droga no parezca como un problema porque no genera marginalidad, delincuencia y pobreza no quiere decir que no siga siendo un problema como hace 20 años». En este sentido apuntó que «el problema sigue presente con la misma virulencia o más porque sigue habiendo gente que piensa que consumir determinada sustancia no genera problemas».

BECAS-SALARIO DE REINSERCION

Finalmente, apuntó que un total de 120 personas disfruta anualmente de las «becas-salario» encaminadas a la reinserción de drogodependientes que conceda la Consejería de Sanidad, y que permiten que este tipo de personas trabaje en administraciones públicas, fundamentalmente ayuntamientos.

Sobre esta medida, señaló que existe el inconveniente de que a su finalización culmina el trabajo y si no se encuentra otro empleo «hay un porcentaje elevado de posibilidades de que entre los beneficiarios vuelvan a darse las circunstancias que le hicieron caer en la red de la droga».

Por otra parte, respecto a la utilización terapéutica del hachís, dijo que la región no tiene una opinión formada aunque mostró su preocupación «por que pudieran introducirse elementos de confusión entre los jóvenes que pudieran llegar a considerar que el hachís es una buena sustancia porque se utiliza con fines terapéuticos».

NUEVOS CONSUMIDORES

A su vez, con motivo de la inauguración del seminario, la secretaria técnica del Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, señaló que la reinserción social debe adaptarse a los nuevos tipos de consumos de drogas que despuntan en la actualidad, como la cocaína, el cannabis o el alcohol, así como a los nuevos perfiles de esos consumidores.

En este sentido, apuntó que existen diferencias entre los niveles de reinserción de consumidores de determinadas drogas y los de alcohol, y apuntó que el consumidor de droga actual cada vez si distancia más del perfil del consumidor de heroína mayoritariamente de hace unos años, ya que en la actualidad también se consumen otras sustancias como la cocaína, el cannabis o el alcohol.

Finalmente, Moya aseguró que las jornadas de Mérida reflexionarán sobre las estrategias más adecuadas para la integración de drogodependientes, y apuntó que tras 20 años de desarrollo de los planes de droga existen nuevas necesidades de reinserción social.