Los últimos datos confirman que Galicia está por debajo de la media española en el consumo de drogas, tanto legales como ilegales, manifestó César Pascual Fernández, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, en un foro internacional iberoamericano sobre toxicodependencias.

Las tendencias en el consumo también se mantienen: sigue en descenso el uso de heroína; la sustituyó la cocaína, que plantea más demandas asistenciales; el cannabis es la sustancia ilegal más consumida, con el agravante de que numerosos jóvenes, aunque no fuman por considerar el tabaco nocivo, menosprecian los riesgos del cannabis; el éxtasis y las drogas de síntesis se mantienen estables; y el resto son «irrelevantes». Respecto al alcohol, afirmó que se nota un descenso de población juvenil «en los últimos cuatro o cinco años», aunque los últimos datos constataron que el 55% de los encuestados, con edades de 14 a 18 años, habían bebido en el último mes, y uno de cada cinco admitía haberse emborrachado en ese período.

Además, el usuario de drogas de inicios del siglo XXI es una persona joven, bien admitida en la familia, en la escuela y en el trabajo, que integra las sustancias tóxicas de forma normalizada en su estilo de vida, en un contexto recreativo. «El consumo de droga está asociado al tiempo libre, al ocio, que tiene poco que ver con los consumos de hace quince o veinte años, que respondían a una posición más contracultural o ideológica», manifestó César Pascual.