La prevención es uno de los caminos más seguros para evitar la drogodependencia, pero para aplicarla en condiciones y con la efectividad deseada son necesarios profesionales formados y los recursos económicos suficientes. Gregor Burkhart lleva años analizando desde el Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanías la evolución de las políticas preventivas desarrolladas por los diversos gobiernos.
¿Qué problemas aquejan a esta metodología en Europa?
– Hacen falta más formación y recursos pero, sobre todo, una actitud positiva y exigente por parte de los gobernantes. No basta con dar una subvención sin luego controlar su aplicación, y mucho menos poner trabas a su desarrollo, como en Francia, Alemania, Austria o Italia, que son reacios a que se recojan datos porque saben que hacen mal sus deberes. Algunos creen que con una clase magistral sobre drogas una hora al año es suficiente.
¿Y España?
– Es un ejemplo de esfuerzo y preparación. Está a la cabeza en la prevención escolar europea. Los ayuntamientos y colegios hacen un buen seguimiento de los proyectos, les dan cobertura y medios y se toman muy en serio su desarrollo. Portugalete, por ejemplo, se está convirtiendo en una referencia, con estrategias e indicadores claros. Sólo así se consiguen buenos resultados.
¿Por qué estas diferencias?
– Falta voluntad para recorrer el camino que exige una buena prevención. Lo que sabemos sobre la prevención y su eficacia proviene de estudios americanos, pero hay quien busca excusas como que estos conceptos no se pueden aplicar a una sociedad tan distinta como la europea. Estoy en contra porque son problemas universales.
En Portugalete se reunieron expertos de siete países. ¿Es el germen de una prevención comunitaria?
– Algo por el estilo. Trabajamos en un estudio que se aplicará en todos estos países.
Todos inciden en la bondad de la prevención.
– Hasta ahora nos habíamos volcado en programas de prevención, pero no sabemos hasta qué punto son eficaces. Es urgente establecer mecanismos que determinen el grado de implicación de alumnos y profesores, y revelen los resultados de las metodologías aplicadas, que nos ayuden a corregir errores.