Se considera que existe una dependencia a la nicotina cuando se da un repetido consumo de esta sustancia en sus diferentes formas, y que finalmente lleva a la presentación de una tolerancia, abstinencia, y consumo compulsivo de la misma.

La tolerancia se produce cuando se da una necesidad de consumo de cantidades marcadamente crecientes para conseguir el efecto deseado, y porque el efecto de las mismas cantidades disminuye claramente con su consumo continuado. Una evaluación objetiva del grado de dependencia se puede realizar con el cuestionario de Fagerstrom. La abstinencia vendría definida por la aparición de un síndrome de abstinencia característico.

El consumo compulsivo se manifiesta por la existencia de un deseo persistente o infructuoso de controlar o interrumpir el consumo sin conseguirlo, y porque se continúa a pesar de tener conciencia de los problemas de salud física que puede producir.