La investigación en drogodependencias y otras adicciones en nuestro país ha experimentado desde la década de 1990 un nada desdeñable avance, impulsado principalmente por el sector público. Son numerosos los hospitales a lo largo de todo el territorio nacional que cuentan con unidades de conductas adictivas y de toxicomanías en los que el adicto a una determinada sustancia es tratado desde una perspectiva multidisciplinar, con la que se intentan paliar los diversos trastornos provocados por la adicción.

La profundización en el conocimiento de los mecanismos que interactúan en el organismo humano al consumir los distintos tipos de drogas ha mejorado la investigación en el tratamiento de la drogodependencia tanto desde el punto de vista clínico como básico. El descubrimiento de la patología dual, es decir, de los trastornos psiquiátricos causados por el consumo abusivo de determinadas sustancias en personas que además presentan otro tipo de desórdenes mentales, ha facilitado un abordaje más eficiente en las terapias adictivas. Uno de los grupos de investigación pioneros en este sentido es el liderado por el profesor Miquel Casas, jefe del Servicio de Toxicomanías del Hospital Valle de Hebrón, en Barcelona. Esta comunidad está desarrollando interesantes líneas de investigación, tanto clínica como básica, con el fin de mejorar el tratamiento de la enfermedad adictiva.

Implicación nacional

Las restantes comunidades autónomas cuentan igualmente con interesantes proyectos: País Vasco, Andalucía, Cantabria, Galicia o Asturias, entre otras, están llevando a cabo actividades de gran importancia epidemiológica, clínica y psiquiátrica e incluso biológica, ya que el avance de la genética ha abierto un nuevo campo de indagación en las conductas adictivas. De hecho, como explica Gabriel Rubio, jefe de los Servicios de Salud Mental de Retiro, en Madrid, «en el momento actual se aprecia un aumento en el interés por los aspectos más biológicos relacionados con la dependencia, como son los relativos a la neuroimagen, a marcadores biológicos y genética de la dependencia, y a la farmacogenética del tratamiento».

En líneas generales, la implicación de la Administración en la atención y cuidado de la elevada cantidad de drogodependientes surgida en la década de 1980 ha dado sus frutos en los últimos años y la labor investigadora en el área de las drogodependencias encontró en la necesidad de entender y conocer las nuevas formas de consumo de drogas el mejor argumento para su posterior desarrollo. El papel del apoyo estatal con la actuación del Plan Nacional sobre Drogas (PND), organismo dependiente del Ministerio del Interior, y del Instituto Nacional de Investigación y Formación sobre Drogas (Inifd), por ejemplo, ha resultado primordial en la mejora de la actividad investigadora.

Alcoholismo

La adicción a las bebidas alcohólicas es el otro frente principal de batalla junto a las drogas. Actualmente las líneas de investigación médica más avanzadas en la alcohología también cuentan con una importante representación en nuestro país.

El aspecto biológico también cobra cada vez mayor importancia en el conocimiento de la adicción alcohólica, sin por ello dejar de lado los epidemiológicos y clínicos. En el mapa adjunto se aprecia la distribución por comunidades de las diferentes orientaciones en la investigación clínica en alcohología que se están llevando a cabo en la actualidad en España, entre las que destacan Madrid y Cataluña con más de una línea de investigación abierta.

Aunando esfuerzos

La Red de Trastornos Adictivos (Red RTA) es un soporte de ámbito nacional para la investigación de las adicciones donde grupos multidisciplinares desarrollan los últimos avances para el tratamiento de la adicción. La red abarca los siguientes grupos de investigación: la Fundación Hospital Carlos Haya, de Málaga, se encarga de los endocannabinoides y el alcoholismo; la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla realiza investigaciones en neurobiología de opiáceos y aminas biógenas; el estrés y la adicción son tratados por la Universidad Autónoma de Barcelona, mientras que la Pompeu Fabra se encarga de la neurofarmacología de la adicción y el Instituto Municipal de Investigaciones Médicas, también de Barcelona, se ocupa de la farmacología clínica de las drogas de abuso. Por otro lado, cabe destacar la labor de la Universidad Complutense de Madrid en la indagación en psicoestimulantes y en psicofarmacología de las adicciones. Los avances en biología cuenta con grupos de desarrollo en varias universidades.