Redacción-

El grupo de presión Australiano que defiende los intereses de la industria del alcohol, Australian Breastfeeding Association (ABA), ha escrito a la Organización Mundial de la Salud instándola a abandonar el objetivo «problemático» para 2030 de reducir el consumo de alcohol per cápita en un 20 %. Para ABA, las políticas de la OMS deben centrarse en reducir el consumo «dañino» por parte de los bebedores problemáticos.

Los defensores de la salud pública de diversos países advierten que las empresas de bebidas alcohólicas, están obstaculizando los esfuerzos internacionales para abordar el impacto del alcohol y buscan socavar la evidencia científica. Las compañías de bebidas alcohólicas y sus grupos de presión hicieron 60 presentaciones a la consulta de la OMS sobre el plan, casi una cuarta parte de todas las presentaciones, el 90 % pidieron una mayor participación de las empresas de bebidas alcohólicas en la reducción de daños y la formulación de políticas. Además, más de la mitad de las presentaciones de la industria del alcohol arrojan dudas sobre las políticas basadas en evidencia de la OMS, mientras que solo el 36 % hizo referencia a alguna evidencia específica para respaldar sus argumentos y la mayoría «interpretó mal la evidencia» o «promovió evidencia débil».

Caterina Giorgi, la directora ejecutiva de Foundation for Alcohol and Research Education, argumentaba “En Australia, hemos visto a las empresas de bebidas alcohólicas luchar durante 20 años contra las advertencias sanitarias sobre el embarazo. Los hemos visto intentar diluir la Estrategia Nacional sobre el Alcohol y detener la publicación de las Directrices Nacionales sobre el Alcohol”, los fabricantes “no deberían tener ningún papel en el desarrollo de la política de salud”.

Sin embargo, ABA asegura que «trabaja en estrecha colaboración con las partes interesadas, como el gobierno, los grupos de consumidores y los profesionales de la salud para implementar soluciones al consumo excesivo de alcohol”.

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