Un estudio realizado en Cataluña y publicado en la revista «The European Journal of Public Health» demuestra que en esta comunidad se dispone de datos sobre la seropositividad durante la gestación del 88% de las embarazadas. Esta información resulta de vital importancia a la hora de tomar decisiones terapéuticas para reducir la tasa de contagio.
La transmisión de la madre al hijo durante el embarazo es un mecanismo de contagio del VIH que se puede reducir mucho si se toman las medidas adecuadas, como son el tratamiento antirretroviral durante el embarazo y el parto y la cesárea electiva en algunos casos seleccionados.
Para tomar estas medidas es necesario saber si la madre está afectada o no, por lo que se recomienda hacer las pruebas del VIH a todas las mujeres embarazadas.
En el estudio se incluyeron 2.132 embarazadas, en los hospitales públicos se siguió al 76% de todas ellas y el 24% se hizo en hospitales privados. Las mujeres fueron entrevistadas 24-48 horas después del parto y se revisaron sus historias clínicas.
Los datos de las historias clínicas demuestran que el 94% de las mujeres que había acudido al sistema púbico y el 71% de las atendidas en centros privados tenía el resultado de una prueba del VIH.
Un 67% de las mujeres entrevistadas recordaba que se les había solicitado la prueba durante el embarazo, mientras que un 10,7% de mujeres que tenía el test no era consciente de haber sido estudiada.
Aquellas mujeres con mayor nivel cultural y las que tenían un seguimiento más adecuado durante el embarazo tenían más posibilidades de tener el estudio realizado.
Los autores consideran que deben llevarse a cabo programas para mejorar el cuidado prenatal, que incluyan los estudios del VIH, sobre todo en algunas poblaciones, como inmigrantes y grupos marginales que son los que hoy por hoy más riesgo tienen de no poder ser tratados debido a que no han sido estudiados.
Los especialistas coinciden en que es importante que las mujeres entiendan la importancia del estudio para que lo acepten e incluso lo soliciten, de este modo se podrá reducir al mínimo el contagio materno-fetal.