El Área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga enviará esta próxima semana a jóvenes malagueños un total de 25.000 cuestionarios, dentro del estudio encargado a una empresa para buscar alternativas para el botellón en el Paseo de los Curas, cuyas conclusiones se prevé que puedan estar a finales de mes.

Para el envío de estos cuestionarios, que se mandarán por correo electrónico, se utilizará la base de datos de la Tarjeta Más Joven, ya que, según explicó a Europa Press el director del Área de Juventud, Mario Cortés, el 80 por ciento de los usuarios de la misma hace botellón, por lo que «es una muestra bastante fiable».

A través del cuestionario, se determinará el perfil del joven que hace botellón, el consumo de alcohol, la frecuencia, cómo se desplaza, nuevos emplazamientos para esta práctica, entre otros aspectos.

Estos parámetros se tendrán en cuenta a la hora de «tomar una decisión, que será política», matizó Cortés, sobre un nuevo espacio para beber en la calle, que concite el visto bueno de todos los implicados –jóvenes, empresarios y vecinos–.

La razón de enviar este cuestionario en mayo responde a que, «este mes es el último en el que hay botellón al cien por cien, ya que en junio empiezan los exámenes, luego están las vacaciones y no se retoma hasta octubre», según comentó Cortés, quien precisó que entre los jóvenes que rellenen el cuestionario se hará un sorteo.

El director del Área de Juventud, aunque reconoció la necesidad de buscar otra ubicación para el botellón, dada la imposibilidad de continuar en el Paseo de los Curas ante las obras de remodelación del puerto, dejó claro que «no se va a hacer nada que sea contraproducente y que genere problemas de convivencia con los vecinos».

SOLUCIÓN BUENA PARA TODOS

«Hay que encontrar una solución óptima para todas las partes implicadas, si no es así, no tendría sentido», apostilló, añadiendo que «hay que minimizar el problema, no aumentarlo».

Precisamente, insistió en que, de momento, se descartan zonas como Martiricos o Cortijo de Torres, ya que no presentan la seguridad necesaria o están lejos del centro, lo que implicaría que, después de beber alcohol, los jóvenes cogieran el coche, puesto que «no tienen la costumbre de ir en autobús».

Tras años realizando el botellón en la plaza de la Merced, en noviembre de 2006 se trasladó al Paseo de los Curas, después de que entrara en vigor la conocida como Ley Antibotellón, aprobada por la Junta de Andalucía, que impedía el consumo de bebidas alcohólicas fuera de un recinto habilitado para ello.

Por otra parte, Cortés ya anunció que durante este fin de semana la Policía Local llevaría a cabo mayores controles para evitar la práctica del botellón fuera del Paseo de los Curas. Así, habría un especial seguimiento por parte de los agentes en distintos puntos del centro histórico y en el Camino de San Rafael, donde, además, se han hecho controles de alcoholemia.

Vecinos del entorno de Camino de San Rafael ya denunciaron las molestias que padecen debido a la creciente actividad de botellón en esta zona de la ciudad, al igual que los habitantes, comerciantes y hosteleros del centro, especialmente en calles como Luis de Velázquez o Comedias o en la plaza de Mitjana.