Los autores, de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos) y otros centros, señalan que fármacos estimulantes como la ritalina, que se usa para tratar el síndrome, no se asocian a un mayor riesgo de drogadicción. De hecho, la investigación concluye que los niños tratados pueden menos probabilidades de convertirse en adictos a las drogas que los no tratados. La investigación se llevó a cabo con ratas, y se observó que las tratadas con ritalina experimentaban aversión a la cocaína a edad adulta.