El Ministerio de Sanidad y la Generalitat de Cataluña dicen compartir objetivos, pero no se ponen de acuerdo. Mientras la consejera catalana de Salud anuncia que dispensará cannabis en cuatro hospitales y 60 farmacias, la ministra le contesta que la sustancia no se administrará en boticas. Al menos hasta conocer los resultados del proyecto piloto en los cuatro hospitales, que probablemente serán el Valle de Hebrón, el Germans Trias i Pujol, el de Bellvitge y el Clínico. La Generalitat tuvo que reconocer ayer que, aunque existe sintonía «política y técnica», el acuerdo con Sanidad aún no está cerrado. El PP, por su parte, pidió al Gobierno, en respuesta a la polémica, que luche contra todas las drogas «incluido el cannabis».

No habrá cannabis en las farmacias catalanas. Al menos, por ahora. El Ministerio de Sanidad lo ha dejado claro: firmará un acuerdo con la Generalitat de Cataluña para poner en marcha un proyecto piloto de dispensación de cannabis con fines terapéuticos, pero será sólo cuatro hospitales, no en 60 farmacias, como anunció el pasado lunes la consejera de Salud catalana, Marina Geli. Un portavoz de Sanidad explicó ayer que ambas administraciones aún tienen que concretar el acuerdo para poner en marcha el plan, pero aclaró que «no se prevé, en principio, que se vaya a administrar en farmacias».

Sanidad, que anunciará su acuerdo con Cataluña en este trimestre, aseguró compartir objetivos con los responsables de Salud catalanes. Pero «por principio de prudencia», el proyecto catalán sólo se llevará a cabo en los hospitales.

La ministra, Elena Salgado, que se encontraba ayer de visita oficial en Mozambique, señaló que «es razonable» que se realice un ensayo para «calibrar el uso terapéutico del cannabis». Sin embargo, apuntó que «debe ser una experiencia muy limitada». Por ello, Sanidad baraja una primera experiencia que se reduzca a los hospitales, «el mejor sitio para hacer un seguimiento detallado». Más tarde «será el momento de evaluar si debe extenderse a las farmacias», dijo, e indicó que no hay fecha para esta evaluación, informa Efe.

«No es el momento».

Salgado aseguró que «este no es el momento» de plantear la puesta en marcha de este proyecto piloto y destacó que la decisión sobre su inicio no está tomada «en absoluto». Según la titular de Sanidad, antes de iniciar un ensayo de estas características deberá presentarse la nueva estrategia del Plan Nacional sobre Drogas, lo que está previsto para esta primavera, de forma que se evite «confundir a la opinión pública, y particularmente a los jóvenes», con mensajes «que no sepan cómo interpretar», informa Ep.

Para la ministra, y aunque el Ministerio no se niega «en principio» a que el cannabis tenga «utilidad terapéutica», debe quedar claro que «las drogas son malas» y que hay que luchar contra la adicción que provocan. «Una cosa es la drogadicción y otra un uso controlado de pastillas que contienen principios activos del cannabis en determinados casos y bajo vigilancia hospitalaria», dijo.

Por su parte, el director de Recursos Sanitarios de la Generalitat, Rafael Manzanera, reconoció a LA RAZÓN que su intención es involucrar a las farmacias en el proyecto, pero señaló que «cuando se trata de un proyecto tan delicado hay que manejar muchos argumentos».

Así, anunció que en los próximos días se reunirá con el Ministerio de Sanidad. Aseguró, además, que hay un total consenso «político y técnico», aunque admitió que «hay que valorar el aspecto psicosocial». Por eso «presentaremos el protocolo y decidiremos la estrategia».

Manzanera eludió pronunciarse de forma clara sobre la dispensación en oficinas de farmacia. «Ya valoraremos las fases del programa», se limitó a decir. Fuentes de la Consejería de Salud también indicaron Los hospitales del Valle de Hebrón, Germans Trias i Pujol (Can Ruti), Bellvitge y Clínico son los cuatro centros sanitarios con más posibilidades de ser elegidos para albergar el ensayo.

La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, no ha dejado clara su postura respecto a la administración en farmacias. Ayer se limitó a decir que el uso terapéutico del cannabis no debe confundirse en ningún caso con su legalización. Moya indicó que el uso médico de esta droga «requiere la realización de ensayos clínicos protocolizados» y «un estricto control médico», informa Servimedia.

Mientras Sanidad y el Gobierno catalán aclaran sus diferencias, las reacciones llegan. Para empezar, de la oposición. El Partido Popular, por boca de su secretaria general de Política Social y Bienestar, Ana Pastor, hizo ayer un llamamiento al Gobierno para que luche «de forma intensa» contra las drogodependencias, «incluido el uso del cannabis», en respuesta al anunciado de Marina Geli. Pastor, ex ministra de Sanidad admitió que cuando tenía «responsabilidades de Gobierno, se pusieron en marcha varios ensayos clínicos» relativos a la administración de la marihuana como fármaco, pero recordó que siempre se hizo bajo supervisión facultativa.

Otros consejeros de Sanidad se opusieron a la iniciativa de su homóloga catalana. En Madrid, Manuel Lamela, mostró su preocupación porque cunda la idea de que las drogas «en sentido genérico puedan ser beneficiosas para la salud». El consejero valenciano, Vicente Rambla, se lamentó porque «ya no saben si estamos hablando de sustancia perjudiciales o muy buenas».

Los médicos, preocupados.

El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Guillermo Sierra, expresó ayer su apoyo al proyecto piloto de dispensación de marihuana con fines terapéuticos, siempre que la administración de esta droga venga «avalada por un rigor científico y unos profesionales médicos» y se circunscriba a «casos extremos». No obstante, Sierra advirtió del riesgo de que este uso se «frivolice» entre los jóvenes.

Mientras, la presidenta de la Federación Española de Farmacéuticos Españoles, Isabel Vallejo, calificó de «positivo» el proyecto piloto de Cataluña y aseguró que los farmacéuticos españoles están «perfectamente preparados y cualificados» para llevarlo a cabo. Varias asociaciones de enfermos de cáncer, esclerosis múltiple y sida –en principio, los destinatarios del ensayo– apoyaron ayer la iniciativa. El presidente del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH, Joan Tallada, indicó que «muchos afectados que hoy consumen esta sustancia lo esconden a su médico porque a veces el profesional tiene prejuicios». La presidenta del Grupo Ágata de enfermas de cáncer de mama, Montserrat Domènech, aplaudió la iniciativa, que a su juicio será «una más para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia. No obstante, la Fundación Esclerosis Múltiple, pidió «prudencia», porque «todavía no hay estudios que confirmen su eficacia». En cuanto al marco legal del proyecto, el letrado del Departamento de Derecho Farmacéutico y Sanitario del bufete de abogados Jausas, Héctor Jausàs, afirmó ayer a Ep que el marco legal actual daría cabida a la dispensación en las oficinas de farmacia del cannabis con fines terapéuticos bajo prescripción médica. En el caso de que esta sustancia se autorizase por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios para uso exclusivamente terapéutico «no se tendría que modificar la normativa vigente», señaló.