Rojas Marcos advierte de que la baja autoestima favorece la drogadicciónEl psiquiatra Luis Rojas Marcos aseguró ayer que, si bien la mayoría de las personas han probado las drogas, sólo los que tienen dañada la autoestima acaban dependiendo de ellas. Por ello, consideró que la prevención debe trabajar en el mantenimiento entre los jóvenes de una visión saludable de ellos mismos.

El psiquiatra sevillano Luis Rojas Marcos aseguró ayer que sólo las personas con una autoestima baja se enganchan a las drogas y las utilizan, al igual que otros el alcohol, para automedicarse en busca de un remedio a su estado de ánimo, su conducta o su manera de pensar.

«Detrás de la drogadicción hay un pesimismo maligno», subrayó el psiquiatra español, que ayer ofreció una conferencia en la Universidad de La Laguna con motivo de la presentación de la Fundación Canaria para la prevención e Investigación de las Drogodependencias. Rojas Marcos explicó que todo el mundo está expuesto a las drogas y que la mayoría las prueba simplemente «por curiosidad», sin embargo, continuó, sólo aquellos que tienen la autoestima dañada se hacen adictos.

«No he conocido ningún adicto que no tenga la autoestima dañada», insistió el especialista, quien explicó que un componente muy importante de la autoestima son las funciones ejecutivas, es decir, apuntó, la capacidad del individuo de controlarse para alcanzar una meta razonable. Una capacidad que se desarrolla en los primeros 15 años de vida y que forman parte de la autoestima.

Curiosos por definición

Por todo ello, el también miembro de la Academia de Medicina de Nueva York y de la Asociación Americana de Psiquiatría aseguró que parte de la prevención debe estar destinada a mantener una autoestima saludable entre los niños y los jóvenes, que, agregó, «por definición, son personas curiosas». Esta curiosidad innata, insistió el psiquiatra sevillano, les lleva a probar las drogas, que utilizan «como lubricante de las relaciones sociales».

Hizo hincapié en que las sociedades deben invertir en que los niños crezcan con una autoestima sana. «No en aquella basada en el dominio en las relaciones de poder sobre los demás, sino en las cualidades positivas», agregó. Explicó que la autoestima está basada en el concepto que las personas tienen sobre sí mismas, aunque indicó que lo importante son las variables o aspectos de la vida que cada persona incluye en su propia «fórmula» de la autoestima. Entre las cuestiones que más se suelen tener en cuenta a la hora de afrontar un autoanálisis, Rojas Marcos citó la consecución o no de las metas que cada uno se fija o las relaciones que mantiene con las personas cercanas.

El especialista precisó que las mujeres suelen tener una autoestima más baja que los hombres, en parte porque «tienden a incorporar en su lista su aspecto físico y, en general, lo hacen de forma negativa». Asimismo, apuntó que los trastornos emocionales que padecen con más frecuencia, como la depresión o la ansiedad, afectan en mayor medida a la autoestima; a diferencia de los hombres, cuya autoestima se ve menos dañada, tanto porque en su esquema de valores incluyen aptitudes como sus cualidades deportivas y porque los trastornos que les afectan no inciden en la autoestima.

«El mayor daño de las drogas»

El profesor de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York se mostró contrario a la legalización de las drogas, a la vez que consideró favorable el que se aprueben leyes que protejan a los menores de otro tipo de drogas como el alcohol. Luis Rojas Marcos argumentó su oposición a la legalización de estas sustancias en que los efectos que éstas tienen sobre los que las consumen impiden a los jóvenes aprender a vivir, aprender de la experiencia. El prestigioso psiquiatra sevillano explicó que estas sustancias, al actuar sobre la memoria y la conciencia, dificultan el aprendizaje obtenido de las experiencias vividas. «Impedir el desarrollo de las capacidades que necesitamos para vivir es el peor daño de las drogas», subrayó el experto, quien quiso poner el foco de su análisis en el individuo y cómo le afecta su estado de ánimo, más que en las drogas en sí mismas.