Redacción-

Actualmente en España, si una persona tiene THC en el organismo se la considera no apta para conducir, y está incurriendo en un delito contra la salud pública si lo hace. Sin embargo, tener presencia de THC en el organismo no quiere decir que se esté conduciendo bajo los efectos del cannabis, cosa que provoca que muchas personas sean multadas por el hecho de ser consumidoras y no por conducir bajo los efectos del cannabis.

En esta línea un grupo de investigadores del Hospital General de Massachusetts ha descubierto que un procedimiento no invasivo de imágenes cerebrales es una forma objetiva y fiable de identificar a las personas cuyo rendimiento se ha visto afectado por el THC. La técnica utiliza tecnología de imágenes conocida como espectroscopia funcional de infrarrojo cercano (fNIRS) para medir los patrones de activación cerebral que se correlacionan con el deterioro de la intoxicación por THC.

Es importante reconocer que el THC afecta el rendimiento cognitivo y psicomotor esencial para una conducción segura. Pero la concentración de THC en el cuerpo no se corresponde bien con el deterioro funcional. Una de las razones es que las personas que consumen cannabis a menudo pueden tener altos niveles de THC en el cuerpo y no verse afectados. Otra es que los metabolitos del THC pueden permanecer en el torrente sanguíneo durante semanas después del último consumo de cannabis, mucho más allá del período de intoxicación.

En el estudio MGH, 169 consumidores de cannabis se sometieron a imágenes cerebrales fNIRS antes y después de recibir THC oral o un placebo. Los participantes que reportaron intoxicación después de recibir THC oral mostraron una mayor concentración de hemoglobina oxigenada (HbO), un tipo de firma de actividad neuronal de la región de la corteza prefrontal del cerebro, en comparación con aquellos que informaron intoxicación baja o nula.

Además, este nuevo método sería muy económico y liviano, ya que se podrían incorporar en una diadema con batería y que las imágenes se almacenaran directamente, sin necesidad de tener que custodiar muestras biológicas al laboratorio para su posterior análisis.

Para las investigadoras del estudio «Necesitamos un método que no penalice a los usuarios de marihuana medicinal u otros con cantidades insuficientes de cannabis en su sistema para afectar su desempeño».

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