A dos años de la entrada en vigencia del decreto que prohíbe fumar en espacios públicos cerrados, el gobierno uruguayo promulgó este sábado la ley de control de tabaquismo que además impide la publicidad de cigarrillos en la vía pública y en los medios de comunicación.

La normativa que prohíbe «la publicidad, promoción o patrocinio» de todos los productos vinculados al tabaco, fue aprobada en la víspera por la Cámara de Diputados y refrendada esta jornada por el Poder Ejecutivo, a tres años de la asunción de la primera administración de izquierda en la historia del país.

El diputado oficialista Luis Gallo, subrayó a la AFP que Uruguay «se convierte en el primer país latinoamericano en darle fuerza de ley al Convenio Marco para el Control del Tabaquismo (CMCT) propuesto por la Organización Mundial de la Salud y ratificado por más de 180 naciones, que apunta a disminuir el consumo».

De esta manera, la disposición que vedaba fumar en «todo local cerrado de uso público y toda área laboral, ya sea en la órbita pública o privada» queda comprendida ahora en la nueva ley que prohíbe asimismo la publicidad de cigarrillos, a excepción de la que se emite por Internet y en señales internacionales de TV cable.

Gallo, médico intensivista de profesión, señaló que el propósito primordial «es erradicar el hábito y abatir una de las principales causas de mortalidad del país (cáncer de pulmón), así como las demás patologías relacionadas, que ocasionan la muerte de 6.000 personas por año».

La guerra contra el tabaquismo fue enarbolada en el país desde su asunción, por el propio presidente, Tabaré Vázquez, médico oncólogo y ex fumador, quien fundamentó la aplicación de una de las primeras medidas sobre el particular en «la libertad y el derecho de los no fumadores a no respirar aire contaminado».

En ese contexto, Uruguay se convirtió el 1° de marzo de 2006 en el primer país de América Latina y el quinto del mundo en ser libre de humo de tabaco, estableciendo multas de más de 1.000 dólares para aquellos que violen la prohibición de fumar en ambientes cerrados público o privados a excepción de los domicilios.

La reciente regulación que priva la difusión, fue calificada en cambio por el diputado opositor Jaime Trobo, como «buena en su concepción, pero equívoca en el camino, porque en lugar de apuntar a la educación, utiliza como únicos instrumentos la prohibición».

El legislador, apuntó a la AFP que la norma «condena al desastre económico de las familias que forman parte de la producción e industria nacional del tabaco» y agregó que «en la medida que establece prohibiciones a una actividad lícita, está conculcando la libertad de comercio».

La ley prevé además restringir la publicidad en los locales de venta y establece que los paquetes de cigarrillos deberán tener la publicidad del Ministerio de Salud Pública en el 50% de la superficie, donde se explicará los perjuicios que ocasiona el producto para la salud, derivado de sus 43 sustancias cancerígenas.