La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Gro Harlem Brundtland, reclamó en Bruselas a la comunidad internacional que articule «políticas activas», como la prohibición de publicidad o las campañas de sensibilización, para combatir el tabaquismo en los países en vías de desarrollo, donde, según alertó, el número de muertes por este hábito se duplicará en 20 años.
En una reunión extraordinaria de la Conferencia Mundial sobre el Control del Tabaco, celebrada en Bruselas, la responsable de la OMS defendió las restricciones acordadas por la UE contra la publicidad del tabaco, calificadas de «agresivas» por la industria. «Es bueno que algunos países tomen en serio los efectos de este producto. Su política no es agresiva, sino responsable», respondió Bruntdland.
También abogó por impulsar este tipo de «políticas activas» en las economías desfavorecidas. «Estas cosas ya se han mostrado efectivas en países desarrollados. Si no lo hacemos en los países pobres, sus muertes por consumo de tabaco se duplicarán en 20 años», explicó.
Según un informe de la OMS, el 70% de los 4,9 millones de muertes anuales por tabaquismo se producen en países en desarrollo donde, junto al VIH/sida, el tabaquismo es la causa de mortalidad que se expande con mayor rapidez. Si sigue la tendencia actual, en el año 2020, el tabaquismo se convertirá en primera causa de muerte prematura en estos países. En China, 100 de los 300 millones de varones que ahora tienen menos de 29 años morirán a causa del consumo de cigarrillos.
La OMS constata que la presencia de esta droga en las naciones desfavorecidas aumenta «dramáticamente», en parte porque las tabacaleras han volcado en ellas sus campañas, a la búsqueda de nuevos fumadores que sustituyan a los del mundo industrializado, desalentados por las advertencias sobre los efectos del cigarrillo o los altos impuestos sobre las cajetillas.
La organización internacional también advierte de que el gasto en tabaco y las enfermedades derivadas del mismo, profundizan la miseria de los pobres del mundo. Además, apunta que el cultivo de tabaco causa el 5% de la deforestación de los países en desarrollo y supone un alto coste para la salud de los agricultores, ya que les obliga a una exposición continua a fuertes pesticidas.
Paralelamente, un informe del Banco Mundial admite que las políticas antitabaco enfrentan dificultades por la envergadura de los intereses económicos y el empleo que entrañan. No obstante, sostiene que una reducción progresiva de la industria tabaquera tendría una buena relación «coste/beneficio», gracias al ahorro sanitario que posibilitaría.
La Convención Mundial sobre el Control del Tabaco de la OMS, presidida por el brasileño Luis Felipe Seixas, trabaja para acordar el próximo mayo medidas internacionales contra el tabaquismo.
Seixas reconoció la existencia de una «gran presión» en torno a algunos puntos sensibles de la negociación, particularmente, en lo relativo a las restricciones a la publicidad. Fuentes diplomáticas señalaron que Estados Unidos y Japón, se oponen a acordar medidas como las de la UE, que ha prohibido a las tabaqueras patrocinar ciertos espectáculos deportivos y restringido drásticamente la publicidad en medios de comunicación. Washington y Tokio forzarán un acuerdo «aguado» y sin objetivos concretos, según estas fuentes. «Nos enfrentamos a una máquina global de marketing increíblemente eficaz», advirtió el representante de la ONG Christian Aid, Andrew Pendleton, que participó en la reunión de la Convención como delegado de la sociedad civil organizada.
Por su parte, el comisario europeo de Sanidad, David Byrne, explicó que no se trata de imponer medidas antitabaco a ningún país, sino de lograr consensos en la lucha contra el tabaquismo. No obstante, precisó que «el hecho de que el tabaco sea legal, no significa que no deba ser regulado» y lanzó la hipótesis de que «si el tabaco llegase ahora como un nuevo producto a los mercados de la UE o Estados Unidos, las autoridades no lo aprobarían».
Byrne subrayó que la Comisión Europea es partidaria de eliminar las subvenciones a la producción de tabaco en la UE, pero alegó que el Consejo de Ministros ha frenado las iniciativas en la materia impulsadas hasta ahora.