Murcia ha sido hasta ahora la segunda ciudad española con mayor cantidad de consumidores de cocaína, con una incidencia que duplicaba a la media nacional en la Encuesta Domiciliaria sobre Consumo de Drogas 2001, la última disponible hasta la fecha.
La ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha lanzado la voz de alarma ante los datos correspondientes al 2004, porque esa tendencia alcista se ha confirmado en todo el país: España tiene la mayor tasa de adictos a este estupefaciente de toda la Unión Europea. De acuerdo al Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT), un 6,8% de los jóvenes encuestados reconoce haber esnifado o fumado cocaína en los últimos 12 meses, lo que significa 5 puntos más que hace una década.
La consejera de Sanidad, María Teresa Herranz, y el secretario sectorial de Drogodependencias, acudieron ayer al Consejo Sectorial de Drogas -competencia que ha pasado del Ministerio del Interior al de Sanidad- deseosos de obtener las cifras de consumo en la Región. Y se volvieron con las manos vacías.
«Nos han repartido un estadillo con los datos nacionales y nada más. Se han limitado a criticar el Plan Nacional de Drogas que puso en marcha el PP, de lo que difiero absolutamente. Las campañas de prevención e información han funcionado, el problema es otro», aseguró Navarro.
El responsable regional de Drogodependencias afirma que los expertos con los que trabaja apuntan a que ese aumento descomunal de adictos a la cocaína obedece a «un rebrote económico y a que los narcos han bajado mucho el precio de un gramo. Ahora se junta unos chicos y con 30 euros compran una papelina, cuando antes costaba hasta 120 euros».
Y lo mismo ha ocurrido con el cannabis: los chavales tienen más dinero para adquirir hachís o marihuana, unido a una nula percepción del riesgo. «Sociológicamente no está mal visto esnifar coca o fumar un porro -precisa Navarro-, y en eso hemos coincidido hoy [ayer] los responsables de varias comunidades autónomas».
Navarro recordó que la Consejería ha contratado a unos expertos de EE UU para que reduzcan la incidencia entre los jóvenes.