La UNAD, Red de Atención a las Adicciones, ha presentado la Guía sobre el Estigma en el Consumo de Drogas, un documento dirigido a sensibilizar a equipos profesionales, personas voluntarias y a la sociedad en general sobre los efectos negativos del estigma hacia las personas que consumen drogas. Este fenómeno perpetúa prejuicios y dificulta tanto su acceso a servicios como a redes de apoyo.

La guía propone estrategias basadas en la evidencia científica para desarrollar una atención más respetuosa y equitativa, promoviendo la inclusión social y el acceso a tratamientos efectivos. El proyecto tiene el objetivo de desmitificar ideas erróneas sobre las adicciones y fomentar una comprensión más profunda de su complejidad.

El documento analiza los factores sociales, económicos y de salud que pueden llevar a un consumo problemático, alejándose de la criminalización y evitando culpabilizar a las personas que consumen drogas. La guía destaca cómo los estereotipos que catalogan a estas personas como irresponsables, peligrosas o fracasadas refuerzan su discriminación y alimentan sentimientos de vergüenza y miedo que dificultan su búsqueda de ayuda.

Además, este estigma tiene un impacto directo en su autoestima, ya que muchas personas terminan interiorizando esta visión negativa, creyendo que merecen el trato discriminatorio que reciben.

La guía subraya la importancia de utilizar un lenguaje respetuoso y no estigmatizante. Propone evitar términos peyorativos como yonkie o zombie y fomentar expresiones que no deshumanicen.

También se plantea la necesidad de adoptar un enfoque interseccional que reconozca que las personas que consumen drogas enfrentan múltiples formas de opresión, como pobreza, racismo o sexismo. Este enfoque busca atender las diferentes realidades que atraviesan estas personas y los factores estructurales que condicionan su situación.

Se defienden además estrategias de reducción de daños, como el acceso a recursos higiénicos, espacios de consumo supervisados y programas informativos libres de prejuicios. Estas iniciativas no pretenden imponer juicios morales, sino mitigar las consecuencias negativas del consumo y ofrecer un soporte continuo a lo largo de la vida.

La guía enfatiza la necesidad de que las personas que consumen drogas participen en el diseño, implementación y evaluación de los programas y servicios que las afectan. Esto garantiza que sus necesidades y experiencias sean escuchadas y atendidas.

Por último, promueve la creación de comunidades inclusivas donde se fomente el reconocimiento mutuo y la colaboración entre personas consumidoras, profesionales y otros agentes implicados. Estos espacios permiten compartir experiencias, generar comprensión y reforzar redes de apoyo.

La guía de la UNAD apuesta por transformar la forma en que se abordan las adicciones, reduciendo el estigma y promoviendo la seguridad, solidaridad y apoyo mutuo. Este enfoque no solo mejora la calidad de vida de las personas que consumen drogas, sino que también beneficia al conjunto de la sociedad, generando un entorno más inclusivo y respetuoso.

Sensibilizando desde los medios

Además de la guía, UNAD ha desarrollado en colaboración con Metzineres, el podcast ‘Romper el estigma es abrir caminos de inclusión’, que empezará a emitirse a partir del 21 de enero, con una periodicidad semanal de tres capítulos, en las plataformas de Ivoox, Youtube y Spotify.

El episodio 1, ‘Culpables por consumir’, abordará el impacto de la criminalización en el consumo de drogas en las personas más vulnerabilizadas y debatirá sobre cómo esto limita el acceso a los servicios de salud y refuerza estigmas arraigados en la sociedad. 

‘El rechazo silencioso’ será el episodio 2 y explicará cómo el estigma genera exclusión y el juicio social contribuye al aislamiento y sufrimiento de las personas que usan drogas. 

El último capítulo profundizará en la necesidad de cambiar la mirada social hacia estas personas para promover la justicia social bajo el título ‘Más que sustancias, derechos justicia y conexión’.