Cada vez son más los jóvenes que tienen el peligroso hábito de consumir tranquilizantes mezclados con alcohol. Así lo advierte una asociación antidroga de la comarca de Arousa. Hoy hemos querido hablar con una de esas personas que tratan de recuperarse de su adicción.

Estas pastillas se han convertido en la última moda en drogas. Son tranquilizantes pero mezclados con alcohol se convierten en auténticas bombas con efectos similares a los de otras sustancias estupefacientes.

Jorge Pérez, jefe de la Unidad de psiquiatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela afirma que la mezcla es un desinhibidor social y que potencia los efectos del alcohol.

Ana lo sabe bien. Lleva varios años consumiéndolas. Ahora está intentando dejarlas pero asegura que es difícil. Crean una gran adicción, son fáciles de conseguir y muy baratas.

Ana afirma que «hay mucho en la calle y que cada pastilla cuesta unos cincuenta céntimas de euros, si lo mezclas con cerveza, que también es barata, el rsultado es que con dos euros estás muy puesto».

Un dato contrastado por la asociación albatros, que lucha contra la droga en Villagarcía de Arousa. En el último año ha aumentado notablemente el número de adictos a este cóctel como sustitutivo de drogas más difíciles de conseguir pero igual de letal.

Ana comenta que muchas veces los jóvenes van a buscar éxtasis pero les ofrecen tranquilizantes. Los jóvenes ven que es más barato y así los van enganchando. Esta jóven lucha ahora por superar su adicción, una adicción que ha estado a punto de costarle la vida en dos ocasiones.