El consumo de alcohol causó 12.000 muertes en España el año pasado, según datos del próximo informe del Observatorio Español sobre Drogas, que se presentará en las próximas semanas. De estas muertes, 2.500 se produjeron por accidentes de tráfico, 4.000 por cirrosis, 1.100 por cáncer de boca y faringe y otras 1.300 por cáncer de esófago.
En este sentido, el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, señaló, en la presentación del XXXI Congreso Nacional de Alcohólicos Rehabilitados, que este fin de semana se celebra en Santa Susanna (Barcelona), que el consumo de alcohol sigue siendo el problema más grave en materia de uso de drogas en España.
De hecho, España ocupa actualmente el octavo lugar en consumo de alcohol, después de Luxemburgo, Irlanda, Portugal, Francia, Alemania, la República Checa y Rumania, según se desprende del Informe Mundial sobre tendencia en el consumo de bebidas alcohólicas.
En cuanto a productos concretos, España ocupa el octavo lugar en consumo de vino, mientras que está en el puesto decimocuarto en consumo de licores y en el decimosexto en el de cerveza. Entre un 15 y un 25% de los hombres españoles que acuden a ambulatorios son bebedores de alto riesgo, según Robles.
A pesar de esta situación, el consumo de alcohol ha disminuido «considerablemente» en los últimos años, aunque se ha detectado «una concentración en su consumo», especialmente en jóvenes que suelen beber durante los fines de semana en discotecas o con el «botellón», según Robles.
Entre los jóvenes de 14 a 18 años se ha detectado un incremento en el consumo de alcohol, especialmente en horarios nocturnos. Un 78% han consumido alcohol en alguna ocasión, mientras que un 58% bebe licores, cerveza o vino habitualmente. Además, un 12% de los jóvenes manifiesta problemas graves de alcoholismo.
Para frenar el consumo indiscriminado de bebidas alcohólicas, el Gobierno «destinará más esfuerzos» en materia de prevención, según Robles. «Queremos que el 2002 sea el año que marque el punto de inflexión, en el que la sociedad diga Basta ya«, aseveró.
Una de estas medidas es la Ley de Uso Indebido del Alcohol, conocida popularmente como ley «antibotellón», que se encuentra ya en el Consejo de Estado, paso previo a su aprobación en el Congreso.
Esta Ley «será un paso más en la lucha contra el consumo de alcohol», que supone para España un coste anual de 3.840 millones de euros, una cifra diez veces mayor al coste que supone el consumo de drogas ilegales.
Aparte de esta Ley, también será necesario «un esfuerzo colectivo para que el uso del alcohol llegue a un punto de vuelta atrás», afirmó Robles. En este sentido, el Plan Nacional de Drogas trabajará en asuntos de prevención en ámbitos como la escuela, la familia y los medios de comunicación y especialmente impulsando programas de prevención para los jóvenes de entre 14 y 18 años.