La venta en el país de un nuevo tipo de droga química, conocida como “cristal” o “hielo”, genera alarma entre las autoridades por su alto poder adictivo y los daños cerebrales que causa.

También hay preocupación por la existencia de otras variedades de marihuana, las cuales provocan alucinaciones y delirios de persecución al consumidor.

El Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) atiende, desde el año anterior, a unos 10 pacientes, de entre 18 y 25 años; todos con serios trastornos psicológicos a consecuencia de la ingesta del estupefaciente.

“Es un derivado químico mucho más potente que el crack y la cocaína. Despedaza a la persona”, advirtió el psiquiatra y experto en adicciones, Luis Sandí Esquivel, del IAFA.

Según dijo, algunos pacientes dicen haber adquirido “hielo” o “cristal” en la zona roja de San José y en playas del Pacífico.

Es vendida en forma de piedra transparente (como ver hielo o cristal, según la Policía). La preparan en laboratorios clandestinos con anfetamina, sustancia química que ataca directamente el sistema nervioso central.

Puede ser aspirada como la cocaína, pero usualmente la fuman en pipas, como el crack.

Según reportes policiales, la droga es fabricada y distribuida en América por organizaciones mexicanas del narcotráfico.

Hasta hace unos 10 años era comercializada especialmente en países asiáticos, pero desde el 2005 su uso, sobre todo entre jóvenes de clase media alta, es cada vez más frecuente en países europeos y en los Estados Unidos.

En Costa Rica no han decomisado aún dosis de “cristal”, pero el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) sabe, gracias a informantes, de su comercialización en distintas zonas del país.

Euforia extrema. Sus efectos, “los bombazos en el cerebro”, precisó Sandí, son mucho más fuertes que los provocados por el crack o la cocaína. Además, tiene un poder adictivo mucho más alto.

“El usuario queda atrapado casi de inmediato. Necesitará de más y más dosis de la droga, sufriendo así un acelerado deterioro físico y psicológico”, explicó el especialista.

Los problemas de salud son variados. Tras una sensación de euforia, los consumidores de “hielo” sufren de taquicardia, palpitaciones repentinas e hipertensión arterial, entre otras dolencias.

“Esto es muy grave. Así empezó el crack en los 80 y actualmente tenemos a cientos de adictos en las calles. Hay que hacer algo”, dijo.

Recordó que el “hielo” provoca serios cambios de conducta. “La persona se vuelve de pronto agresiva y muy violenta. La recuperación de estos adictos es más difícil”.

El subdirector del OIJ, Francisco Segura, compartió la preocupación del experto y abogó por campañas de prevención.

“Es una amenaza y alguna institución del Estado debería promover lo antes posible una campaña, informando a la ciudadanía sobre el peligro y las consecuencias de las drogas químicas”, afirmó .

En cuanto a la marihuana, informes de la Policía de Control de Drogas (PCD) se refieren a nuevas variedades traídas de Jamaica, Colombia y Estados Unidos, con efectos aún más nocivos. El adicto puede sufrir pérdida de conocimiento, taquicardia y delirios de persecución, según varios casos atendidos por el IAFA recientemente.