Brasil, Ecuador, Surinam y Venezuela son los países de América del Sur más afectados por el tráfico de cocaína, aunque Argentina y Chile enfrentan un aumento del tránsito de la sustancia, según el informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo ligado a las Naciones Unidas.
El tráfico de éxtasis, en tanto, está aumentando en Colombia y Venezuela, y esa droga se está «tornando fácilmente asequible en Ecuador y en Perú», reveló el documento.
El documento, divulgado ayer, reconoció progresos en la elaboración de planes para enfrentar el problema de la droga en América Latina, pero dijo que existen dificultades por falta de recursos.
«La región continúa siendo utilizada como importante punto de tránsito para encomiendas de drogas», señaló el estudio presentado en Brasilia, informó Reuters.
Hay señales, además, de que grupos criminales involucrados en el comercio ilegal de cocaína en América del Sur se están dedicando al tráfico y producción de sustancias sintéticas. El organismo alertó que en México aumentó el uso de drogas y dijo que el país se convirtió en productor de marihuana, heroína y drogas sintéticas.
«Si esa tendencia continúa, México se podrá convertir en uno de los principales países de origen de drogas ilícitas», advirtió. También crece entre la población mexicana el uso de tranquilizantes.
Según la JIFE, existen indicios de que hay nuevas rutas para transportar drogas hacia Europa, principalmente cocaína, la mayor parte a través de Africa Occidental y América del Sur.
El secretario antidrogas de Brasil, Paulo Roberto Uchoa, presente en la divulgación del estudio, reconoció que «las grandes incautaciones de droga en Africa tienen a Brasil como punto de embarque. No podemos decir que no somos un país de tránsito».
La producción y el tráfico de cocaína continúan esparciéndose en América del Sur, pese a las acciones represivas que producen incautaciones cada vez mayores de la droga, pasta y químicos necesarios para su elaboración, pero no disminuyeron su oferta mundial.
En tanto, el consumo de cocaína y crack está aumentando en Costa Rica, Honduras, Jamaica y Nicaragua, agregó.
La JIFE recomendó a los gobiernos de América Central intensificar las medidas de control de la producción farmacéutica, ya que varios tipos de anfetaminas están siendo comercializados por Internet.
En su informe, la JIFE incluyó a Brasil en la lista de países donde más crece el consumo de anfetaminas. También señaló que en ese país aún se cultiva marihuana, aunque la mayor parte del consumo de ese tóxico se alimenta con la producción de Paraguay.
El informe elogió la acción de inteligencia policial para el control del narcotráfico en la frontera que comparten Brasil, Paraguay y Argentina.